Equipos de consumo en masa o comercial

Los aparatos de gran consumo tienen una gama de precios normalmente acorde con la calidad que ofrecen y nuestras miras se direccionarán forzosamente hacia la franja más alta, descartando en principio la más baja (midi - micro - mini) ya que ésta no cubre ni minimamente los criterios de calidad necesarios para una escucha digna, sino su función está enfocada a cubrir una demanda de ambientación sonora, adaptación a pequeños espacios, o sencillamente cubrir todas las cotas de consumo.
Tanto la calidad de los materiales, como la construcción, tienden a economizar al máximo y eso repercute en todos los factores que están implicados. Por supuesto que la norma Hi-Fi ha sido ampliamente superada, pero no nos basaremos exclusivamente en este estándar para valorar la calidad de nuestro hardware.
Sin embargo siguen siendo interesantes ya que son los que la mayoría de usuarios finales usarán para disfrutar de nuestras creaciones, y porque además son los más asequibles para un presupuesto normal. Claro está que nosotros deberemos forzar al máximo el nuestro, que, aunque esté por encima de la media, nos servirá para tener un equipo, en nuestra zona de escucha doméstica, de la máxima calidad permitida.

Mini Cadena Hi-Fi

¿Cual es la diferencia entre zona de escucha doméstica y profesional? Pues, aparte la obvia diferencia en el uso, la primera como zona de descanso y vida cotidiana, y la segunda como zona de trabajo, fundamentalmente porque el sonido de la zona doméstica debería ser optimizado hacia la musicalidad, mientras que en el área profesional hacia el análisis crítico; es decir que no sólo suene bien, sino que sea susceptible de ser diseccionado en todos sus parámetros y pueda ser asépticamente estudiado. La diferencia entre las zonas de escucha doméstica de un usuario normal y uno que pretenda educarse el oído, cara a una posterior aplicación en su zona profesional, pueden ser nulas, pero lo que sí cambiará será la actitud de escucha, pues además de disfrutar con lo mejor de nuestras fonotecas, el análisis y el auto estudio de todos los factores sonoros serán tarea permanente.

Lo cierto es que una vez emprendida esta aventura, se perderá algo de inocencia, pues es inevitable a veces, ceder algo de placer por algo de deber, ya que nos estaremos fijando no sólo en la labor de los artistas, sino en la de los técnicos que han hecho posible su inmortalización.
Si pretendemos más calidad de hardware y nuestro presupuesto nos lo permite, podremos acudir a las maravillas que nos brinda el sonido de excepción, conocido como High End o Alta Gama.